Con el espíritu del servicio y la fuerza que los caracteriza, este grupo de personas que estudiaron y se formaron en el colegio se reúnen periódicamente con el simple objetivo de mantener vivos los valores que nos inculcaron, y poder agrupar a las distintas generaciones que vio pasar la institución del Bajo Belgrano.

 

  La historia empezó en mayo de 1947, con el nacimiento de la Asociación de Ex Alumnos de San Román (nombre casi idéntico al actual), junto con la posterior creación del Círculo Sanromanense, fundado el 31 de marzo de 1951.

 

  Aunque se lograron forjar actividades que perduraran en el tiempo, el correr de los años hizo que se diluyera hasta poco tiempo atrás. Fue así que para 2011, una nueva organización sin fines de lucro nacía para vivir en el corazón del barrio, cuya meta es trascender en el tiempo e invitar a las distintas camadas, sobre todo a las más jóvenes, a sumarse y conocer los orígenes del San Román y la importancia de mantener vivo ese fuego que nos une como ex alumnos.

 

  Desde hace unos años, la Asociación viene festejando el Día del Ex Alumno en el mes de agosto, con la celebración de una misa en el colegio junto con el reconocimiento a las camadas que cumplen sus Bodas de Oro, que son distinguidas con un pequeño homenaje. En 2016, cuando celebramos el Centenario del colegio, tuvimos una hermosa celebración que, además de distinciones como la que recibió el colegio por parte del Club Atlético Excursionistas, fue homenajeada la primera camada de mujeres (1996). Todo el evento, bajo la conducción del periodista y ex alumno, Marcos Barroca.

 

  Varias personas forman parte de la Asociación, que por libre voluntad trabajan para fomentar las más diversas actividades y permitir que el colegio siga creciendo fuera de las aulas. José Luis Greco, Fernando García, Martín Guarino, Luis Doat, Elías Dury, Alejandro Peuriot, Marcelo Brenta, Agustín Barbeito son algunos de los “locos” que se animan a seguir transformando cada espacio del cole. Por supuesto, con ayuda para algunas tareas de Ricardo Carnaghi y la enorme colaboración del maestro, Ricardo “Toti” Crosta.